El abogado Iván González Sáiz, quien ya ha logrado dos sentencias favorables a afectados por participaciones preferentes en Salamanca, considera que la propuesta del FROB debe ser analizada con cautela porque «cada caso es único y particular, y aconsejable de asesoramiento para facilitar la decisión»
El abogado Iván González Sáiz, responsable de la asesoría jurídica de la asociación de vecinos ZOES, quien ya ha logrado dos sentencias favorables a afectados por participaciones preferentes en Salamanca, considera que tras lo ofertado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), «lo primero que debemos de sentir es satisfacción, por tener una opción más, por sentirnos oídos, porque la Administración haya querido, al menos, parchear el grave problema creado por la banca, intentando equiparar el trato a los afectados de esta tierra con lo ya hecho por la Administración al respecto de otras entidades».
Pero, tras ese primer sentimiento, «y siempre teniendo en cuenta que estamos ante una propuesta, la del FROB, en el aire, pendiente de la operación bancaria Ceiss- Unicaja, con muchas incógnitas, la situación es clara». Y es que a su juicio «hay una mínima parte de afectados, aquellos que la cuantía o el tipo de cliente puedan hacer dudar a jueces y arbitrajes, que seguirán con el dilema de cómo actuar, pues será impredecible tanto el laudo arbitral o la sentencia judicial. Todo será recibir asesoramiento por el asunto en concreto, y elegir la opción». Al resto, la mayoría de afectados, Iván González recuerda que «ya conocen que, en vía judicial, con un proceso cercano al año, adelantando un dinero para tasas, procurador y abogado, las sentencias judiciales están siendo favorables a sus intereses, obligando el juez a la entidad a devolver integro el principal más costas».Por otro lado, la vía de arbitraje, que se espera, con un proceso menor al año, otorgue al afectado, sin adelantar coste alguno, la mayoría de lo aportado (entre un 80 % y 90%), que se entregará, parte en efectivo, y parte en bonos de Unicaja. «Estas son las líneas generales que deberán plantearse los afectados, sin olvidar que cada caso es único y particular, y aconsejable de asesoramiento para facilitar la decisión», concluye el abogado.